Durante la década de 1990: al mismo tiempo que los colegios afrontaban reducciones presupuestarias cada vez mayores, los costes de la educación moderna se incrementaban con rapidez.
Muchos profesores, ven dudosas las ventajas que la tecnología ofrece a la educación, pero las empresas piden graduados que conozcan la tecnología. Pero, como así está la demanda laboral, los colegios intentan ofrecer eso a sus alumnos.
James Rorty: “El sistema democrático de educación (…) es una de las mejores maneras de crear y expandir los mercados de artículos de toda clase, y especialmente de los que pueden ser influidos por las modas.”
Todos estos factores de la publicidad dentro de las escuelas las podemos en nuestro día día, donde en los Carnet universitarios aparace el nombre de un gran banco o entidad bancaria, maquinas expendedoras, eventos universitarios patrocinados por grandes marcas, etc.
Muchas empresas de comida rápida consiguieron también entrar en los colegios y las universidades. Lo alumnos no tenía derecho a salir del recinto a la hora de comer, por lo que estaban obligados a consumir sus productos.
Todas estas situaciones y la introducción de las marcas en las escuelas son situaciones que se han dado en EE.UU. Creo que jamás se deberían permitir, y los que se deben de oponer son los profesores y los padres de los alumnos. Si queremos mejorar nuestra educación audiovisual tenemos que enseñarles a ser críticos, por lo tanto permitiendo este tipo de situaciones no es el mejor el ejemplo para enseñar a los alumnos en las escuelas.
Y todo esto tiene un porque... Los sistemas de comunicación y el flujo de información son elementos cada vez más vitales para la actividad social, económica y política en todos los niveles, educación audiovisual sigue siendo algo marginal los sistemas educativos de las partes.